imagen-francescMi nombre es Francesc, tengo 36 años, vivo en Cartagena y soy papa de una niña que es atendida en ASTUS

Este pequeño desafío que pretendo realizar con la ayuda de ASTUS y para ASTUS, nace un buen día de verano del año 2014, en que siento la necesidad de ayudar y colaborar a una asociación que nació y que vive para ayudar de una forma inestimable a muchas personas.

Desde que te conviertes en padre, como es mi caso, tu vida da un vuelco en todos los sentidos, te conviertes en una persona menos egoísta, con más empatía y ciertamente con otra sensibilidad que no tenías antes. Si además a esa personita tan indefensa e inocente que adoras tanto, si a tu peque le diagnostican con 8 meses una encefalopatía aún sin identificar, de esas raras y los médicos te plantean un horizonte tan negro y nefasto, tu vida vuelve a dar otro vuelco más…y en un sentido difícil de explicar y que solo las personas que han pasado por situaciones similares se pueden imaginar. Ante tal circunstancia y en contra de lo que cabe esperar uno se recompone y tira hacia delante, lucha; y aunque creas que eres incapaz de sobrellevar muchas cosas y que estas al límite, al final te das cuenta de que puedes con ello; y aunque creas y sientas que estas solo, tienes el apoyo incondicional de la familia, amigos, y en mi caso con la ayuda y asesoramiento de ASTUS.

Así las cosas y aprovechando que a mí me ha gustado practicar deporte, correr, nadar ir en bici…pero no nos equivoquemos a un “nivel usuario”, decidí proponer a ASTUS la realización de este pequeño reto, donde básicamente pretendo recorrer durante 13 días en bicicleta, yo solo los casi 1.300 km que separan Cartagena y Santiago de Compostela, está claro que no pretendo batir ningún record ni nada similar. El fondo de todo esto es intentar reflejar alguno de los muchos significados que tiene el Camino y de los paralelismos que pueden trasladarse a la vida diaria. Y si con ello se consigue que la gente quiera implicarse con esta asociación pues muchísimo mejor; si algo nos enseña esta vida es que hay que dar, compartir.

Como la vida el Camino a veces es duro, difícil, sacrificado donde encuentras adversidades que te ponen a prueba, y que además consigue sacar tanto lo mejor como lo peor de nosotros, también aporta alegrías, satisfacciones y momentos únicos y así al final conseguir nuestro objetivo.